
Gracias a información suministrada por la comunidad de la vereda San Marcos en el corregimiento de Monteloro, el grupo Exde Delta del Batallón de Alta Montaña No. 10, realizó la destrucción controlada de un artefacto explosivo improvisado, que se encontraba en la zona.
Esta acción se logró por medio del proceso de educación que se está realizando en la zona rural de Tuluá sobre el riesgo de las minas antipersonal, munición usada sin explosionar y artefactos explosivos improvisados, trabajos adelantados por la Secretaría de Gobierno y la fundación Antonio Restrepo Barco.
En un taller realizado en la vereda San Marcos los pobladores entregaron información al comandante del Segundo Distrito de Policía, coronel Guillermo Alejandro Carreño, quien realizó un trabajo articulado con el Batallón de Alta Montaña No. 10 para coordinar la destrucción del artefacto.
De acuerdo con los residentes de la vereda, este lugar es bastante transitado por lugareños, situación que implicaba un gran riesgo para todos los habitantes, en especial para los niños y adolescentes que suelen jugar en la zona, quienes ahora podrán transitar con tranquilidad sin exponer sus vidas.