Debido a que el año pasado se llevaron a cabo seis procesos de destrucción controlada de artefactos o municiones sin explotar en la zona rural de Tuluá, el Municipio fue priorizado por el Gobierno Nacional a través del Dirección para la Acción Integral contra Minas Antipersonal, Daicma, para el desminado humanitario.
Con este proceso se busca la limpieza y descontaminación del territorio de artefactos explosivos, actividad que estará a cargo del batallón de Ingenieros de Desminado Humanitario No 6, en sitios focales como Puerto Frazadas, Monteloro, La Garza, La Diadema y algunos sectores de Barragán y Santa Lucía.
El próximo 24 de febrero se llevará a cabo una socialización del programa en el corregimiento de Monteloro, pues el objetivo es que a través de diferentes talleres y reuniones permanentes con los líderes campesinos, se trazará una ruta de los posibles lugares en donde esté ubicada la munición bélica, además de la información que suministre el Ejército y los grupos armados desmovilizados.
La priorización de Tuluá en este desminado humanitario se logró por medio de la Secretaría de Gobierno, la Policía Nacional, el Batallón Alta Montaña No 10 y la fundación Antonio Restrepo Barco, que de la mano de la comunidad campesina continuarán acompañando este proceso.