
Trece puestos de control fueron instalados por la Policía Nacional en diferentes sectores del municipio de Tuluá con el propósito de garantizar la seguridad y el orden en la ciudad durante la celebración de Halloween del pasado 31 de octubre.
En medio de estos operativos que contaron con el apoyo de 150 policías, se inmovilizaron 44 motocicletas y alrededor de 80 bicicletas de personas que participaban de las caravanas, quienes por alterar el orden público en las calles de Tuluá, serán sancionados de acuerdo con el Código Nacional de Policía y Convivencia y el Código Nacional de Tránsito.
Un grupo de reacción conformado por uniformados y personal del Departamento de Movilidad y Seguridad Vial, con 22 motorizados, realizaron el control a varias caravanas que se estaban formando, y querían causar desorden en el Municipio, movilizándose en contravía y tirando harina y otro tipo de productos a la ciudadanía.
Asimismo, en este dispositivo de seguridad, las autoridades estuvieron custodiando los tres cementerios de la ciudad, al igual que los puentes peatonales y vehiculares. Por otro lado, desde tempranas horas del día los uniformados vigilaron las calles del centro mientras los niños pedían los dulces, con la finalidad de garantizar su integridad.