
Una vez registrado el torrencial aguacero en Tuluá y casi de forma inmediata la Administración Municipal, el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo, el cuerpo de Bomberos y la Defensa Civil comenzaron a atender los sectores afectados por las inundaciones, activando los protocolos de emergencia con los que se cuentan para evitar daños a mayor escala.
Igualmente, un equipo interdisciplinario evaluó la eventualidad presentada la tarde del pasado miércoles, concluyendo que los niveles de agua que se precipitaron sobre el Corazón del Valle fueron demasiado altos, fenómeno considerado como un caso atípico y que se ha venido presentado en todo el territorio nacional; también recalcaron la falta de cultura ciudadana al momento de disponer de las basuras, problemática que tapó los sumideros e impidió el flujo normal de las aguas lluvias.
El alcalde encargado, Germán Vicente García y diferentes funcionarios de la Administración Local, se han reuniendo con directivos de las empresas TuluAseo y Centroaguas, con el fin de buscar una medida inmediata para contrarrestar futuras inundaciones en el Paso a Nivel de la calle 25, llegando a la conclusión que se intensificará el mantenimiento preventivo de las redes de alcantarillado, con personal humano y maquinaria disponible las 24 horas, mientras se amplía la recolección de basuras y barrido en la zona, dando un compás de espera al análisis de la construcción del Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado que daría solución al problema de inundación que se presenta desde hace más de 20 años.
De acuerdo al último reporte del personal encargado de evaluar los daños y atender a las familias afectadas por el fuerte vendaval, hasta el momento se han identificado 25 viviendas en diferentes zonas de Tuluá que presentaron alguna clase de afectación, 250 familias han recibido atención por parte de profesionales y se han intervenido por medio de poda y erradicación los árboles que se desplomaron.